viernes, 1 de julio de 2011

Carta abierta

Estimados señores:
Comparezco ante ustedes, a fin de escribir las siguientes líneas, las cuales tienen como finalidad buscar la reparación de lo que se entretiene y de lo que se busca en esta realidad paralela llamada circunscripción electoral, para que dicho sea de paso pueda tratar de buscar la rapidez de los aldeanos en la lucha trabajadora y proletaria que el pueblo ha iniciado, especialmente en las zonas aledañas a la ciudad de Amberes, todo esto en Bélgica, un lindo país que trata de mantener la sede de la Unión Europea. Para dichos fines se ha iniciado una campaña basada en los aprendizajes de grandes sabios capitalistas, como podría ser el tratar de mantenerse firme frente al constante acoso de las abejas provenientes de los suburbios africanos y llevados por los inmigrantes ilegales que se desplazan en verdaderas caravanas por el desierto marroquí, de esta manera se logra una diversificación de la población que no es constante, pero si es capaz de mantenerse en el tiempo, así las cosas los encargados de los medios de difusión y de las actuales redes sociales han tratado de informar desde un punto de vista objetivo, el cual choca con las ansias de lucro de los gobernantes latinoamericanos, que ven en su influencia, la posibilidad cierta de ampliar las exportaciones de frutas a mercados que hasta el momento, son principalmente de abastecimiento local y de gustos muy distintos a los pregonados en los lienzos revolucionarios de fines del siglo diecinueve y que luego de los estertores de la guerra, comenzaron una recuperación económica basada en la compra de material particulado que pulula por el aire, el cual tratando de ser puro permanece largas horas en terapias de recuperación ideadas por los psiquiatras que han malentendido las funciones publicas y principios que parecen tan básicos como la probidad y el descanso dominical que se recomienda a los menores en edad de lactancia y a las mujeres fértiles que buscan en los periódicos la verdad que les ha sido negada por siglos y desde antes de la propia existencia del jabón, remontándonos a tiempos en que eran precisamente los hindúes los que manejaban el mercado de las sedas, hoy ampliamente dominado por banqueros chinos y de otras regiones de Asia, los cuales han ganado terreno en la compra de asientos en los estadios de toda la rivera francesa que ha visto en la existencia del festival de cine una buena manera de cometer ilícitos imperdonables en el corazón de los humanos, los que en su constante martirio han desarrollado técnicas de riego que ya se quisieran en el desierto palestino, el que por cierto de tanto ser amenazado ha optado por encapsular en pequeñas áreas el desarrollo inmobiliario que se prometió a comienzos de la década y el que difícilmente podrá mantenerse de buscar en las tasas de interés el remedio para potenciar las economías tercermundistas, que basadas en un conocido discurso antisindical, se han reservado la opción de comprar la mano de obra que debían pagar a precios tan altos que impedía la puesta en marcha de proyectos hidrográficos serios, que pudiesen hacer frente al revoloteo de las aves migratorias que en periodos largos fueron el único medio de sustento para los habitantes de las aldeas que hoy buscan su reivindicación.



Gracias,